¿Qué hacer cuando tu bebé no quiere dormir una siesta?

La falta de siestas en los bebés puede ser una experiencia desafiante para muchos padres. Cuando tu pequeño no quiere dormir durante el día, puede afectar su estado de ánimo, su desarrollo y, por supuesto, tu propio bienestar. Aunque cada bebé es único y puede haber diversas razones por las que se resisten a las siestas, existen estrategias que puedes probar para ayudar a tu bebé a descansar adecuadamente. Exploraremos algunas de esas soluciones.

Observa las señales de cansancio:

Es fundamental estar atento a las señales de sueño de tu bebé. Algunos signos comunes incluyen bostezos, frotarse los ojos o las orejas, inquietud y llanto. Si notas estos indicios, es probable que tu bebé esté cansado y necesite una siesta. Trata de establecer una rutina regular para las siestas, de manera que puedas anticipar y responder a estas señales de manera oportuna.

Crea un ambiente propicio para el sueño:

Un ambiente adecuado para dormir es clave para que tu bebé se sienta cómodo y relajado. Asegúrate de que la habitación esté oscura, tranquila y a una temperatura adecuada. Utiliza cortinas opacas para bloquear la luz exterior y considera usar un ruido blanco o música suave para ayudar a calmar a tu bebé. Algunos bebés también pueden encontrar consuelo en una manta o un peluche.

Establece una rutina de siesta:

Crear una rutina consistente para las siestas puede ser beneficioso para tu bebé. Intenta establecer una secuencia de actividades relajantes antes de acostarlo, como leer un cuento, cantar una canción de cuna o dar un masaje suave. Estas acciones pueden ayudar a señalarle a tu bebé que es hora de dormir y prepararlo para el descanso.

Practica la paciencia:

Es importante recordar que cada bebé es diferente y algunos pueden tener más dificultades para dormir que otros. Mantén la calma y practica la paciencia. Puedes intentar diferentes métodos para tranquilizar a tu bebé, como mecerlo suavemente, darle palmaditas en la espalda o acunarlos en tus brazos. Algunos bebés pueden necesitar más tiempo para relajarse y conciliar el sueño.

Evita estimulantes antes de la siesta:

Antes de la siesta, asegúrate de evitar cualquier actividad estimulante o alimentos que puedan alterar el sueño de tu bebé. Evita la televisión, los juegos activos o las comidas pesadas. En su lugar, opta por actividades tranquilas y alimentos ligeros que promuevan la relajación.

Probar modificar sus ventanas de sueño:

En muchas ocasiones, un bebé que está poco cansado, o por el contrario, muy cansado, tendrá problemas para conciliar el sueño o mantenerlo. Modificar ligeramente sus ventanas de sueño puede solucionar su falta de sueño a la hora de la siesta. Desde acostarlo un poco antes, hasta acostarlo un poco después, puede generar una gran diferencia.

Puedes leer nuestra entrada sobre las ventanas de sueño para entender un poco más sobre ellas.

Factores diferentes:

También es posible que tu bebé este pasando por una situación puntual que interfiera en su sueño y pueden hacer que se sientan incomodos y por ende se despierten. Algunas de ellas son: las salidas de los dientes, enfermedad, ambiente donde están durmiendo, regresiones del sueño, entre otros.

Pasar por esto es desafiante, pero con paciencia y estrategias adecuadas, puedes ayudar a tu pequeño a descansar adecuadamente. Observa las señales de cansancio, crea un ambiente propicio para el sueño, establece una rutina de siesta, practica la paciencia, evita estimulantes antes de la siesta y busca ayuda si persisten los problemas de sueño. Recuerda que cada bebé es único y puede requerir enfoques diferentes, así que mantén la calma y persevera en tu búsqueda de encontrar lo que funciona mejor para tu bebé y para ti.

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